Mil frases de amor y un corazón que late

Antes de ti, toda mi vida era triste sin sentido, con paisajes sin color, de llantos, de dolor, de risas sin alegrías, de cantos sin melodías.

Quizás me deje llevar por la emoción o tal vez estoy buscando una verdad soy así que hago lo digo con sinceridad señor yo te respeto te lo digo de corazón.

Nunca hagas florecer una sonrisa diciendo  “te amo” para después hacer rodar una lágrima  Diciendo “olvídame”.

Ni la más luminosa luz de una estrella ilumina tanto como una sonrisa tuya, ni los más bellos lagos son comparables a tus ojos, ni la miel tan dulce como tus labios, eres como el aire que llena mis pulmones, que sin él no podría vivir. 

Un sentimiento elevador me ata a ti de mala manera, me roba el aire de los pulmones, me quita el juicio de odiarte. Mi alma soñadora, pecadora de libertad, deambula por palabras escritas con miel. Agarro miles de libros prohibidos con mis débiles dedos, deseo cerrar los ojos y leer con el silencio del viento que arrebate mis sentimientos. Sé que un día tus labios se clavaran con los míos, las notas musicales no se resistirán a nuestros cuerpos sudados de amor eterno. Un día entraré en tu cuerpo y juntos tocaremos la luna, con pasión y con sublimizo. Y ése día será el día más feliz de mi vida, lo recordaré con vivaz y nostalgia.

Ni el poema más romántico, ni el paisaje más hermoso, ni el cuadro más caro, ni siquiera un ángel puede equipararse con la belleza tuya.

En un segundo de mi vida te conocí, y tardaría más de una vida en poderte olvidar

En un segundo me enamoraste, en un minuto me hablaste y en una hora te fuiste, pero no te preocupes en el resto de tu vida jamás te podré olvidar.

 La belleza no la describen los libros, la belleza me la describen mis ojos cuando veo el reflejo de tu rostro sonriente.

Jamás podré decirte que te quiero, te necesito, jamás podré decirte que eres bella, eres preciosa, jamás te recordaré porque nunca te olvidaré

Sólo queda un recuerdo de ese cantar de sirenas que cierran el cantar de un ruiseñor que los mira desde una rama cercana.