Hoy mis versos llenos de emoción lloran sangre, sangre que con la pluma de mi corazón sólo escriben su nombre, un nombre que en mi mente se ha grabado desde aquella tarde, una tarde en la que el viento soplaba unas hojas que formaban un rostro, el rostro de la niña que convirtió un suspiro en el más lindo poema.
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